lunes, noviembre 19, 2007

Dos nuevos murales incrementan el patrimonio artístico de Torrelavega

Dos nuevos murales incrementan el patrimonio artístico de Torrelavega
Uno, modernista, para el Teatro ha sido donado por Ángel Izquierdo El otro, de mármol de la capilla del Marqués restaurado por Cascón

El mosaico romano de la capilla del Marqués es obra, y ha sido restaurado, por Cascón. / L. PALOMEQUELa ciudad tiene, desde ayer, con dos nuevas obras que sumar a su patrimonio artístico, cada una de diverso estilo. Una, contemporánea, es un mural del artista cántabro Ángel Izquierdo, que ha donado el propio autor al Ayuntamiento, y que ha sido instalado en el vestíbulo del Teatro Municipal Concha Espina. El segundo, de carácter religioso, es la restauración del mosaico romano que hiciera en los años 60 el artista local, y antiguo profesor del centro, Demetrio Cascón, y que decora el altar de la que fuera capilla del instituto Marqués de Santillana. Ambas obras fueron presentadas ayer, destacándose el valor artístico de las mismas.

El mural de grandes dimensiones que podrán admirar, a partir de este fin de semana, quienes acudan al Teatro Concha Espina, es obra de Ángel Izquierdo quien, con esta donación dice que cumple «una asignatura pendiente». Dado el marcado carácter cultural de Torrelavega, Izquierdo reivindicó ayer para la ciudad la creación de un museo de arte contemporáneo. Acompañado por la alcaldesa, Blanca Rosa Gómez Morante, y la concejal de Cultura, Carmen Hernández, Izquierdo explicó que su trabajo representa un telón en el que el juego de superposición de capas y el desarrollo y plasmación de diferentes atmósferas es el elemento protagonista.

Nuevos espacios en el IES

Muy diferente es el mosaico religioso restaurado en el instituto Marqués de Santillana y que, después de los trabajos de limpieza realizados, fue presentado ayer por el propio autor, Demetrio Cascón, y el director y jefe de estudios del centro, José Nicasio González e Inés Oliver, respectivamente. La obra decora el altar de la antigua capilla del centro.

El instituto ha invertido 10.000 euros tanto en la rehabilitación de este mosaico de mármol, realizado siguiendo la antigua técnica romana, como en los trabajos de redistribución de espacios de forma que se ha separado el aula taller de tecnología y el almacén, convirtiéndose la zona de la antigua capilla en una sala multiusos para conferencias.



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Del mostrador de una farmacia a mural de capilla





Trozos de mármol, arcilla, cristales de la antigua puerta del Ambulatorio, y de botellas; pedazos de un mostrador roto de la farmacia de Cacho Regatillo, tres años de trabajo y mucha imaginación. Estos fueron los elementos utilizados hace casi medio siglo por el entonces profesor del instituto Marqués de Santillana, el artista torrelaveguense Demetrio Cascón, para realizar el mosaico que, desde el año 1963, decora la que fuera capilla del centro. Un trabajo que, desde mediados de los años 70, estuvo prácticamente oculto tras un telón y que, tras la entrada en vigor de la Logse, no pudieron conocer los miles de estudiantes que han pasado por las aulas del instituto Marqués de Santillana.

Con motivo de su reciente restauración, la obra luce de nuevo en toda su belleza y su autor, Demetrio Cascón, actualmente uno de los directores de la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega, recuerda algunas de las anécdotas relacionadas con esta creación. La primera, que este mosaico ha sido realizado siguiendo la antigua técnica romana de ejecución 'a la inversa', que consiste en la incrustación de las teselas del mosaico en la base de arcilla para, posteriormente, colocar las placas ya realizadas sobre la pared, lo que permite un juego de volúmenes y luces «que hace que el mosaico 'sonría'; si se puliese, la obra moriría», asegura Cascón.

Pero además, este mural de seis metros de ancho por dos de alto guarda una infinidad de curiosidades. Una de ellas, la procedencia de los distintos trozos, tanto de mármol como de cristal, utilizados en su elaboración. «Cuando estaba haciéndolo, en el año 1961, se rompió la antigua puerta de cristal grueso del Ambulatorio, y recogí los trozos para utilizarlos en el mosaico», recuerda Cascón.

Casualidades de la vida, también durante los tres años de trabajo que le ocupó a este artista esta obra (entre los años 1960 y 1963), se rompió uno de los antiguos mostradores de mármol de la farmacia de Cacho Regatillo. Con idéntica actuación, Cascón aprovechó los trozos para reutilizarlos. Otra de las curiosidades de este mosaico, en el que se representan al patrono del centro, San Isidoro de Sevilla, miembros de su familia y diversos símbolos cristianos, grafismos, catacumbas y la barca de Pedro, es que la cara del santo es la del fallecido profesor del instituto Ramón Brotons.

En esta capilla se han oficiado algunas misas y una única boda. El espacio religioso es ahora una sala multiusos.


Enlace al articulo en el Diario Montañés.